miércoles, 5 de febrero de 2014

Aprendizaje Autorregulado

Este aprendizaje me sugiere, un aprendizaje autónomo, el “tomar las riendas de uno mismo”, es decir, el alumno como  dueño, responsable de su educación.

            El aprendizaje autorregulado es una forma de aprender a aprender, en la que cada alumno es quien determina sus propios objetivos, cómo los planifica, qué debe aprender, etc., es decir: regula su aprendizaje. En este aprendizaje  hay implicación (quizás personal) por parte del alumno y sirve para poder potenciarse al máximo. Esto, permite conocerse más y mejor para poder “explotarse” al máximo y sacar lo mejor de uno mismo.

            En mi opinión, este aprendizaje está muy ligado a la motivación, a la voluntad, a la curiosidad y a las  ganas de aprender que posee cada uno.  Para que se dé con éxito este aprendizaje  se necesita adquirir  una serie de estrategias/ herramientas.  Aquí, es donde entra en juego el papel  profesor, el cual debe transmitir, enseñar, ofrecer las diversas estrategias que necesitarán. Además, tiene que transmitirles que son capaces, que pueden hacer todo lo que se propongan (siempre dentro de las capacidades de cada alumno), es decir, hacerles creer en sí mismos,  para que vean que pueden “ser capaces de tomar las riendas de su vida” y poder autorregularse.

            Es decir, el profesor debe acompañar, guiar, ser un modelo activo. Será el guía que acompañe, esté presente y le indique el camino a seguir. Pero eso sí, no dándole todo hecho para que simplemente se limite a realizarlo, sino  dejar que el alumno experimente, despierte la curiosidad, pruebe, de pie a su creatividad, se equivoque, aprenda de los errores y ponga en acción las capacidades o habilidades para la resolución de problemas, etc. Y, cuando se equivoque, atasque o desanime será el profesor el que  le guíe, motive, aconseje, ayude,  de seguridad  y anime a probar, “a levantase de nuevo” para que no pierdan las fuerzas, la paciencia, el creer en sí mismo o el interés.

            Los profesores tienen que hacer conscientes a sus alumnos de su propio proceso de aprendizaje, potenciando en ellos el ser autónomos y el mantenerse activos y haciéndoles ver lo importante que es el aprender y la necesidad de aprender siempre, “de por vida”, ya que: nunca se deja de aprender, y de asombrarse uno mismo de lo nuevo, y de lo que puede llegar a aprender.  Y todo esto, haciéndolo individualmente, ya que cada alumno, cada persona, es diferente y única.


           En conclusión, el profesor debe  fomentar  en cada alumno el interés, las ganas de aprender y de poder conocerse …para que cada alumno pueda “tomar las riendas de sí mismo”.



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