jueves, 27 de febrero de 2014

Metáforas de la Enseñanza (Fox, 1983)

"Corresponde al profesor ofrecer un contenido de cierta dificultad en partes" 
  • Estoy de acuerdo con esta metáfora. Con esta afirmación lo que se quiere reflejar en mi opinión es la necesidad de que los docentes ofrezcan un contenido, no de una manera lineal, “estática”, con un mismo grado de dificultad… sino que sea variable, en cuanto al grado de dificultad del mismo, es más, que haya progresión.  El profesor debe plantear retos a los alumnos, es decir, poner desafíos, con una dificultad gradual, para que el alumno pueda enfrentarse a ellos, y pueda superarse también gradualmente, progresivamente y así el profesor podrá comprobar cómo van adquiriendo los conocimientos. Los alumnos, ganarán en autonomía e independencia, sabrán aprender de los errores, rectificar cuando se equivoquen, conocerse (en cuanto a límites y potenciales), y desarrollar una mayor tolerancia a los cambios…llegar a ser responsables,  constantes…siendo ellos mismos los protagonistas del proceso del aprendizaje, quienes autorregulan el mismo. Lo que les preparara a su vez para su vida cotidiana. 

                                "Los estudiantes son cómo una materia prima  que tiene que                                                                       moldearse de acuerdo a un patrón determinado"
  •        No estoy muy de acuerdo con esta metáfora ya que no creo que haya que hacer a todos los niños iguales y menos aún “moldearlos” con un patrón determinado, único. Cada uno es único, diferente y  tiene diferentes características y maneras y modos mejores de aprender. Por lo que, no estoy de acuerdo con que hay que seguir un patrón, un modelo único. Creo que se debería perseguir todo aquel modelo válido, teniendo en cuenta a cada uno de los alumnos. Los maestros, tenemos que hacer de cada niño, la mejor persona posible, y para eso hay que poner de nuestra parte para conseguir que se desarrollen íntegramente, y adecuándonos a cada alumno, a sus características, a su forma de ser, no tratando a todos por igual y metiéndolos en “el mismo saco”.  Procuraremos sacar lo mejor de cada uno, siendo cada alumno el mejor, a su manera. 

"La enseñanza es como esparcir semillas en el viento, 
el profesor no puede prever lo que ocurrirá."
  •       En esta metáfora se hace referencia al hecho de educar como una forma de “sembrar”  una formación, una educación, en los alumnos. Esta formación estará llena de cuidados, atención, dedicación  y el esmero adecuados (tal y como se siente al sembrar una semilla) con el fin de que nazca, crezca en ellos, virtudes, conocimientos, habilidades y una personalidad fuerte y sana.  Se refleja al profesor en esta afirmación como el encargado de acompañar a sus alumnos durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, de guiarles, orientarles, prestarles atención,  ayuda y apoyo cuando sea necesario. Es verdad que cada alumno es un mundo, y no se puede prever a ciencia cierta lo que le deparará o qué acontecimientos irán marcando su personalidad… Es imposible predecir con exactitud el qué “florecerá” en cada uno de los alumnos en los cuales, se siembra “una semilla”. Pero, si el profesor no se desentiende, y cuida bien esa semilla creo que podrá asegurarse ciertas cosas al poner cierta luz, con el fin de que, aquellas semillas que ha sembrado, florezcan. 


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