jueves, 13 de febrero de 2014

La evaluación auténtica


        Hoy voy a tratar un tema muy interesante, el tema de la evaluación. La evaluación como un proceso educativo centrado en el alumno, como un  medio (no como fin).

        Partiendo de la base de que considero que el proceso de aprendizaje debe estar centrado en el alumno, tal y como defiende la idea del aprendizaje autorregulado ( proceso adaptado a los alumnos, a sus características, intereses, necesidades, a lo que la sociedad demanda y que haga al alumno responsable y consciente de su propio aprendizaje), me parece que , la evaluación como parte de dicho proceso, no debería ser menos, es decir, debería ir por el mismo camino, considerándola como una parte integral del proceso de enseñanza-aprendizaje.

        Cada alumno, es único, irrepetible, como personas que son. Cada uno tenemos una forma de aprender, unas competencias o habilidades propias, unos intereses concretos…que determinan, en gran medida, la forma que integramos los diversos conocimientos. Además de que cada uno, posee una personalidad, un carácter, unas aptitudes, opiniones… Por lo que, las pruebas evaluativas deben ser autenticas en el sentido que midan el grado de adquisición de conocimiento, comprensión y el nivel de aplicación de las estrategias de aprendizaje en función de cada alumno.
Es decir, la evaluación debe ser auténtica, continua y formativa.

          Es muy importante, no ceñirse a evaluar únicamente la adquisición de conocimientos,  poniendo así énfasis únicamente en el resultado, sino que hay que tener el cuenta el proceso que se ha llevado a cabo para conseguir ese resultado. Evaluar, valorar el proceso, para que así pueda haber retroalimentación y se pueda “sacar partido”. Ya que, lo ideal es que la evaluación contribuya a regular el proceso de aprendizaje, permitiendo así comprenderlo,  retroalimentarlo y mejorarlo. Para ello, veo de gran importancia el dar a los alumnos situaciones de aprendizaje significativas y contextualizadas.


¿Qué tipo de pruebas utilizaría a la hora de evaluar?
  • -        Pruebas centradas en las fortalezas de los estudiantes. Esto puede ser difícil, porque cada alumno tiene unas fortalezas distintas. Lo importante creo que es presentar actividades, exámenes que engloben distintas preguntas, que necesiten de diferentes habilidades y desempeños. Por ejemplo a la hora de diseñar un examen, poner preguntas de desarrollo, preguntas cortas y preguntas de tipo test, así todos los alumnos tendrán la oportunidad de poner de manifiesto sus puntos fuerte  y les ayude a identificar lo que saben o dominan y lo que son capaces de lograr y lo que poseen más dificultad, para poder mejorar o reforzar.


        La evaluación nunca debe ser únicamente cuantitativa (medir) sino que debe acompañar el valorar, observar (evaluación cualitativa). Los exámenes, pruebas, controles no son las únicas herramientas de evaluación…la observación es una herramienta indispensable que nos ayuda  a los docentes a valorar y evaluar cómo es el proceso que sigue cada uno de los alumnos.


        ((...Hay que transformar la visión que se tiene de la evaluación en una evaluación autentica, tomada como una actividad formadora dentro de un proceso colaborativo que está al servicio de la mejora de la calidad de los aprendizajes...))



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